viernes, 1 de diciembre de 2006

Capacitación ¿Virtual o presencial?

Por Miguel Méndez Méndez
Subgerente Regional de PRy PS
GERENCIA REGIONAL NOROESTE

Los procesos de entrenamiento y capacitación han cambiado enormemente durante la última década. Gracias a la popularización del Internet, llevarlos a cabo a través de medios electrónicos es cada vez más común. Ya lo he venido diciendo desde hace años: Los Instructores somos entes en extinción. Los cursos presenciales pronto serán cada vez más raros, abandonar el lugar físico de trabajo para trasladarse a una sala y sentarse a recibir una serie de conocimientos y de información por una persona que hace las veces de instructor, capacitador, entrenador, maestro o como se le desee llamar, será la excepción no la norma.

Yo mismo durante los últimos tres años me he sometido a tres diplomados y cuatro cursos virtuales impartidos por instituciones ubicadas en lugares tan disímbolos como Monterrey, Nuevo León; México, D.F y Madrid, España. Para mi, que no puedo dejar mis clientes ni mis actividades durante largos períodos de tiempo ha resultado en verdad cómodo inscribirme, cursar y concluir exitosamente esos eventos de capacitación desde mi casa o la oficina, en horarios normales o en horarios no considerados de oficina, entre semana o en domingo siguiendo mi propio ritmo, salvo cuando había que entrar a un foro de discusión o hacer alguna tarea en equipo con compañeros ubicados en otras partes del mundo, entonces sí se fijaban horarios.

Lo hice porque los temas y las instituciones me interesaban; pero también porque deseaba conocer esa forma de capacitación. Me resultó agradable no lo niego y obtuve muchísima información que a la vez transmito en mis cursos y talleres.

Sin embargo hay un pero, hay algo que no termina de convencerme, hay algo que no me dejó del todo satisfecho. Y creo que ya lo debe usted de haber adivinado: Me hizo falta en varias ocasiones el poder “verle la cara” a alguien, me hizo falta “el mono” que se para frente a su auditorio e imparte un curso.

Nunca, jamás serán lo mismo un método y otro. Mientras en los cursos virtuales debo esperar minutos si bien va, horas y a veces hasta días para recibir la respuesta a una pregunta o una duda, en el curso presencial es inmediata y con la enorme ventaja de que le veo la cara al instructor, escucho su voz y noto sus inflexiones de voz, entiendo si me esta cotorreando, si esta ironizando, si esta siendo formal o serio.

Mientras en un curso o taller presencial puedo participar en dinámicas de grupo, trabajos en equipo, discusiones en tríos, parejas o grupales, etc. con una gran carga de aprendizaje gracias al intercambio inmediato de experiencias, opiniones y puntos de vista, en el curso virtual si bien es cierto puedo hacer trabajos en equipo y puedo entrar a foros y chats para exponer dudas e intercambiar opiniones, no es lo mismo, porque carece de la espontaneidad que da el estar en vivo. Haber si me explico: En un Chat o un foro virtual, yo me puedo tomar un tiempo para responder, puedo pensar la respuesta, puedo investigar en otras fuentes alguna información que me falte, puedo pensar cómo voy a redactar la respuesta, antes de escribirla y enviarla. Y en un curso en vivo no, no tengo esas oportunidades, no tengo ese tiempo y debo responder como lo sienta, como lo sepa o como pienso que es y con mis palabras, como hablo normalmente. ¿Se entiende?

Y lo mismo pasa con el Instructor. Cuando esta frente a su grupo debe presentar la información que conoce, la que trae a la mano, la que preparó y de acuerdo a como la preparó; debe dar respuestas de acuerdo a su conocimiento y experiencia, a sus vivencias y puede hacerlo parecer o muy entretenido, muy ágil o muy aburrido y muy frustrante; puede hacer un curso divertido en el que todos se cansen de reír, tan sólo con su habilidad de instrucción.

Mientras que el “Asesor” de tu curso virtual, ni será divertido, ni le meterá calidez al asunto, ni actuará algo para que lo puedas entender mejor, ni nada. Normalmente será muy formal, muy serio y te dará la respuesta a lo que preguntes o le consultes, no te dará ni de más ni de menos.

En conclusión, será porque soy Instructor, será porque no deseo extinguirme, será porque deseo seguir teniendo vigencia, pero si me preguntan, yo prefiero los cursos presenciales en los que al menos yo me divierto como enano y me relajo impartiéndolos.

En otra ocasión si les parece podemos hablar de los costos de uno y de otro método de capacitación.

1 comentario:

Unknown dijo...

Considero que los avances tecnológicos próximos, sobre todo el uso de videoconferencia, harán cada vez más parecida la experiencia de tomar un curso virtual al de un curso presencial. Por otro lado, a la larga , los costos de los cursos virtuales serán mucho más económicos, sin mencionar que por esta vía se puede tener acceso a instructores del mejor nivel. Considero que no se trata de determinar que tipo de curso es mejor, sino saber elegir la modalidad que más ventajas ofrece para un evento particular.